Muchas despedidas en muy poco tiempo, sin apenas asimilar todo lo que en este momento me viene a la cabeza. Me vienen recuerdos, imágenes, momentos vividos, melodias en mi cabeza recordando un momento especial.
Por circunstancias del caprichoso destino estoy en Salamanca, ciudad la cual me trae grandes recuerdos con la persona más espacial que ha pasado por mi vida, y que por culpa del destino he tenido que despedirme esta semana. Al perderme por las calles de esta ciudad solo me vienen recuerdos de ella, en cada callejón hay una anécdota maravillosa que contar.
Nunca podré sacar de mi cabeza los días vividos con aquella muchacha cogidos de la mano caminando por esta maravillosa ciudad, todas las fotos que guardo en mi retina de esta ciudad están bañadas con su aroma, con su olor con su brillo en los ojos y con su sonrisa particular.
Los días vividos en esta ciudad cogidos de la mano en la persona que más he querido fueron los mejores en todo el año, nos dimos un beso delante de la catedral custodiado por un astronauta, buscamos una rana rodeados de gente que no conocíamos, hicimos un book debajo de un puente, selfis con besos y besos para selfis... Hicimos demasiados km para ver la ciudad de Rodrigo....
Todos los recuerdos que saturan mi cabeza, son difíciles de olvidar... Pero lucharé para que jamás se olvide , ya que solo me queda me queda eso... Recuerdos. Perdí todo aquello y jamás se reprima...
Puede que el alcohol me haga recordar mucho más detalles de los que debería y me lleguen recuerdos que debería haber olvidado... Pero sé que hay algo y están ahí y aunque me duela no quiero olvidarlos.
Este fin de semana toca despedida... Y esta vez no creo que sea con un beso.
No sé dónde estarás pero sé que te voy a querer siempre y que esta ciudad sin tus ojos pierde mucho brillo...
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